Londres, 23 feb (Prensa Latina) La parlamentaria laborista Diane Abbot calificó hoy de erróneo el nuevo sistema de inmigración diseñado por el gobierno conservador del Reino Unido para privilegiar la entrada de talentos y trabajadores calificados al país.
Es una política muy mal concebida, y solo quieren dar la impresión de que pondrán mano dura contra los migrantes, aseguró Abbot, quien se desempeña como ministra del Interior en el gabinete opositor (a la sombra), en declaraciones este domingo a la cadena Sky News.
Según la legisladora, el nuevo esquema que se aplicará a partir de enero de 2021, una vez que el Reino Unido concluido el periodo de transición post-Brexit, no tiene en cuenta las necesidades apremiantes de la economía británica.
El gobierno debía empezar por establecer las necesidades del país y de la sociedad, alertó Abbot, tras pronosticar que no será fácil reemplazar de la noche a la mañana la mano de obra europea que trabaja actualmente en el sector de los servicios, la agricultura y la construcción.
El nuevo esquema de inmigración anunciado la semana pasada por la ministra del Interior, Priti Patel, es muy similar al aplicado por Australia, y otorga una determinada cantidad de puntos por cada calificación, oficio, salario o profesión que tenga el solicitante, y al final solo se otorgarán visas de trabajo a aquellos que acumulen el mayor número.
Cada solicitud de visa tendrá que estar respaldada por un contrato de trabajo con un salario mínimo de 25 mil libras esterlinas (unos 32 mil dólares) anuales, y una prueba de conocimiento del inglés
Aunque aplaudido por sectores afines al gobernante Partido Conservador, el nuevo sistema promovido por el primer ministro Boris Johnson es criticado por el empresariado local, y las organizaciones sindicales y políticas opositoras al gobierno.
La portavoz de Partido Liberal Demócrata Christine Jardine declaró días atrás, por ejemplo, que la propuesta está basada en la xenofobia y no en las necesidades económicas y sociales del país, mientras que la Confederación de la Industria Británica alertó que faltará mano de obra para cubrir la demanda en salud pública, construcción, hotelería y los servicios.
Estas medidas provocarán un desastre total en el sector de la salud pública, que ni siquiera aparece mencionado en los planes del ministerio del Interior, advirtió, por su parte, Christina McAnea, quien representa a ese gremio dentro de la central sindical Unison, la mayor del país.
El Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero pasado después de 47 años de matrimonio.
En virtud del acuerdo negociado por Johnson con sus pares europeos, Londres y Bruselas tendrán hasta el 31 de diciembre de este año para negociar los términos de su futura relación comercial.
Mientras dure el llamado periodo de transición, las cosas seguirán como antes del Brexit, pues seguirá vigente el libre movimiento de personas desde y hacia el continente, y las licencias de conducción todavía serán válidas a ambos lados del canal de La Mancha, al igual que las pólizas de seguro médico.
Los únicos indicios visibles del divorcio son las sillas vacías de los parlamentarios británicos en la Eurocámara, y la ausencia de los representantes del Reino Unido en las cumbres europeas.